En la historia del fútbol, algunas camisetas son más que simples prendas deportivas; son símbolos de épocas, éxitos o, en este caso, de controversias. Hablamos de la extraña e inolvidable camiseta de la Fiorentina de la temporada 1992-1993, un diseño que pasó a la historia no por sus logros en la cancha, sino por un patrón que generó un escándalo internacional: una serie de esvásticas estilizadas.

 

Un diseño innovador (y accidental)

 

Durante esa temporada, la Fiorentina, conocida como el equipo Viola por su característico color púrpura, vestía una camiseta diseñada por la marca deportiva Lotto. El diseño frontal presentaba una serie de figuras geométricas de rombos, que se repetían en un patrón horizontal. Desde lejos, parecía un diseño original, pero de cerca y, sobre todo, en los partidos televisados, la combinación de rombos y los colores blanco y negro creaba una ilusión óptica impactante: la forma de una esvástica.

Aunque la intención de los diseñadores era, presumiblemente, puramente estética y moderna, el parecido con el símbolo nazi era innegable y causó una indignación masiva. Los aficionados y medios de comunicación de todo el mundo señalaron el diseño, calificándolo de insensato e insensible, especialmente considerando la historia oscura asociada con el símbolo.

 

La polémica y el retiro de la camiseta

 

La presión pública no tardó en llegar. A pesar de que el club y la marca Lotto insistieron en que el parecido era una coincidencia desafortunada y no había ninguna intención maliciosa, la polémica escaló. La camiseta se convirtió en el centro de atención, eclipsando el rendimiento del equipo, que, para colmo, terminaría descendiendo a la Serie B esa temporada.

Ante la magnitud del escándalo, el club tomó una decisión drástica: retirar la camiseta de circulación. El diseño fue modificado rápidamente, y las esvásticas estilizadas desaparecieron de las equipaciones del equipo para siempre. Desde entonces, esa camiseta se convirtió en una pieza de colección muy buscada por coleccionistas, no por su belleza, sino como un recordatorio de uno de los errores de diseño más grandes en la historia del fútbol.

Esta historia nos recuerda cómo el diseño en el deporte puede tener un impacto mucho más allá de la estética, y cómo las percepciones visuales pueden generar consecuencias inesperadas y serias.